viernes, 14 de abril de 2017

The Fate of the Furious (Rápidos y Furiosos 8).


Ahora que Dom y Letty están de Luna de Miel y Brian y Mia se han retirado del juego -y el resto del equipo ha sido exonerado- el equipo trotamundos ha encontrado el camino a una vida normal. Pero cuando una misteriosa mujer (la ganadora del Oscar Charlize Theron) seduce a Dom en un mundo de crimen él parece no poder escapar y traiciona a aquellos que están más cerca suya.


Se enfrentarán a juicios que les pondrán a prueba como nunca antes. Desde las costas de Cuba y las calles de Nueva York a las llanuras heladas del Mar de Barents, nuestro equipo de élite cruzará el globo para detener a una anarquista de desencadenar el caos en el mundo y a recuperar al hombre que les convirtió en familia.

Desde hace muchos años que yo ya oficialmente no me consideraba una fanática de la franquicia hasta la salida de la precuela de esta película (Furious 7) y ahora mismo estoy totalmente satisfecha con el hecho de haber vuelto a retomar estas películas. Recuerdo tiempo atrás que la mayor razón de haber dejado de verlas era porque las consideraba bastante inverosímiles y poco realistas, pero tras la anterior película comprendí que el punto no era hacerlo realista, sino entretener al público y llevar un mensaje.

The Fate of the Furious se centra en el deber y la necesidad, partiendo del punto que para Dom sería muy problemático llevar una vida normal porque su único momento de libertad es al principio y los instantes al final de la carrera, donde no existe nada más que la libertad. La hermandad y la familia serán puestas a prueba en esta nueva entrega de la franquicia.



Por años Rápidos y Furiosos se ha centrado en la unión y que esto es lo que hace fuerte al grupo, por eso cuando alguien de la “familia” les da la espalda su centro se descoloca; para esto en el equipo surgirá un antiguo rival como nuevo aliado (Deckard Shaw), uno de los personajes que junto a   Luke Hobbs y Roman Pearce tuvieron el mayor desarrollo y evolución con respecto a los personajes se refiere.


La relación entre Deckard y Luke, las bromas de Roman hacia “Little nobody”  y un sin número de situaciones graciosas entre las escenas de acción hacen la película totalmente amena y no tan sobre cargada de ruido, explosiones y destrucción.




El único inconveniente que tuve fue con las primeras escenas de la película, que si bien no fueron relleno (porque se nos muestra para establecer un punto sobre la personalidad de Dom) pudo haberse desarrollado de otra manera más filosófica y menos… ¿Incongruente?  

Una película para disfrutar con la familia, que tal y como lo prometía supero a su predecesora en calidad y emoción.

Puntuación: 8.5




1 comentario:

  1. A mi no me gustan este tipo de películas, pero que bueno que la disfrutaste.

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