Ahora que Dom y Letty están de Luna de Miel y Brian y Mia se
han retirado del juego -y el resto del equipo ha sido exonerado- el equipo
trotamundos ha encontrado el camino a una vida normal. Pero cuando una
misteriosa mujer (la ganadora del Oscar Charlize Theron) seduce a Dom en un
mundo de crimen él parece no poder escapar y traiciona a aquellos que están más
cerca suya.
Se enfrentarán a juicios que les pondrán a prueba como nunca antes. Desde las costas de Cuba y las calles de Nueva York a las llanuras heladas del Mar de Barents, nuestro equipo de élite cruzará el globo para detener a una anarquista de desencadenar el caos en el mundo y a recuperar al hombre que les convirtió en familia.
Desde hace muchos años que yo ya oficialmente no me
consideraba una fanática de la franquicia hasta la salida de la precuela de
esta película (Furious 7) y ahora mismo estoy totalmente satisfecha con el
hecho de haber vuelto a retomar estas películas. Recuerdo tiempo atrás que la
mayor razón de haber dejado de verlas era porque las consideraba bastante inverosímiles
y poco realistas, pero tras la anterior película comprendí que el punto no era
hacerlo realista, sino entretener al público y llevar un mensaje.
The Fate of the Furious se centra en el deber y la
necesidad, partiendo del punto que para Dom sería muy problemático llevar una
vida normal porque su único momento de libertad es al principio y los instantes
al final de la carrera, donde no existe nada más que la libertad. La hermandad
y la familia serán puestas a prueba en esta nueva entrega de la franquicia.
Por años Rápidos y Furiosos se ha centrado en la unión y que
esto es lo que hace fuerte al grupo, por eso cuando alguien de la “familia” les
da la espalda su centro se descoloca; para esto en el equipo surgirá un antiguo
rival como nuevo aliado (Deckard Shaw), uno de los personajes que junto a Luke
Hobbs y Roman Pearce tuvieron el mayor desarrollo y evolución con respecto a
los personajes se refiere.
La relación entre Deckard y Luke, las bromas de Roman hacia “Little
nobody” y un sin número de situaciones
graciosas entre las escenas de acción hacen la película totalmente amena y no
tan sobre cargada de ruido, explosiones y destrucción.
El único inconveniente
que tuve fue con las primeras escenas de la película, que si bien no fueron
relleno (porque se nos muestra para establecer un punto sobre la personalidad
de Dom) pudo haberse desarrollado de otra manera más filosófica y menos… ¿Incongruente?
Una película para disfrutar con la familia, que tal y como
lo prometía supero a su predecesora en calidad y emoción.
Puntuación: 8.5
A mi no me gustan este tipo de películas, pero que bueno que la disfrutaste.
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